La mirada de un gato.
Curiosamente, este escrito nunca lo he puesto en el blog. Y digo curiosamente, porque resulta que estas son las primeras letras que salieron de mi teclado. Les cuento que estaba yo pasando por una época bastante dura y el psicólogo me recomendó, entre otras cosas, escribir un diario. Claro, yo nunca había escrito nada que no fuera por estudios o trabajo y cuando me dispuse a escribir un diario, no sabía ni por donde empezar. Y cuando empecé, para qué negarlo, el resultado no me gustó absolutamente nada. Los diarios no están hechos para mí. Ahora no recuerdo exactamente porqué empecé este relato, supongo que alguien me preguntó sobre ella, o vi alguna noticia en la tele... vayan a saber. También es verdad que no recuerdo gran cosa de aquellos días, se han borrado de mi memoria. Pero lo empecé y luego lo seguí, y al final lo acabé. Y cuando lo lei, me gustó. Y me gustó tanto que después escribí otro, y a ese le siguieron más. Luego me propuse aprender a expresarme mejor, busqué l