Gasolina en el culete.
Dejar las cosas al alcance de un terremoto de diecinueve meses te puede dar algunos quebraderos de cabeza. El caso es que tengo un pequeño problema de ratones en el jardín. No me atrevo a poner veneno, con los dos perros y la niña por allí trasteando, y después de probar un par de cosas que no han funcionado muy bien, hoy me decidí a poner pegamento de ese que se quedan atrapados. El pegamento de marras es muy, muy asqueroso, y muy, muy difícil de quitar. Me manché las manos al colocarlo y me fui a la cocina a lavármelas con jabón y agua caliente. Las instrucciones aconsejan usar gasolina, pero como no tengo gasolina... Pues mientras me las lavaba, vi por la ventana como mi querida hija se había subido a una silla, había cogido el tubo de pegamento, le había quitado el tapón y se lo estaba poniendo en la cabeza a Truc. Truc es nuestro ratero, que menos mal que le tocó a el y no a Beltza... Ya se imaginan... sal corriendo, dale un grito a la nena, recupera el tubo de...