En busca del sentido común

Hace años creé este blog.
Doce, nada menos.
"La mirada de un gato". El título no me costó mucho,  basta mirar a mi alrededor.
En un principio era para publicar mis escritos y cuentos cortos.
Porque yo escribía...
Mal, pero escribía.
Y me gustaba mucho hacerlo, era uno de mis múltiples hobbies. 
Luego fue pasando el tiempo, fueron pasando cosas, llegó mi princesa, después empecé a sentirme mal.
Luego seguí sintiéndome muy mal y han pasado varios años de sobrevivir. 
Sobrevivir en el sentido de que cuando te faltan fuerzas para lo cotidiano, la creatividad se va de vacaciones.
Y no crean, sigue de vacaciones.
Pero es que resulta que de vez en cuando una necesita pensar en voz alta, aunque no la escuche nadie. Y no, las redes sociales no me sirven. Son una jaula de grillos llena de ruido. Y con ruido no pienso bien.
Así que he pensado en volver a probar el formato blog. Aquí por lo menos no hay ruido...
Ya veremos qué sale.
Por cierto, la señorita somnolienta de la caja blanca es Nina.

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